CURAR Y SANAR...

Escrito por el Dr. José Luis Córdova


Nuestro tiempo es de mucha tecnología, pero de poca sabiduría; de mucha ciencia, pero de poca humanidad; de muchos logros, pero de poca comprensión; de mucha velocidad, pero de poca reflexión.

Si la salud es armonía, la enfermedad suele ser dolor, soledad y aislamiento. La salud no se siente y por ello no se valora, pero la enfermedad se siente con intensidad, es fragilidad y puede ser sufrimiento, debilidad y miedo.

Curar no necesariamente es sanar, es más bien cuidar, tratar de reincorporar el ritmo vital, restablecer, regresar la autonomía y colaborar para que otro se libere de la angustia, pues los hospitales suelen ser las salas de los angustiados. 

La terapia es en realidad un acompañamiento en el camino para que otro cuide de sí mismo.

El que cura, está atento a cuidar de otro con nombre y apellido y le hace exclusivo. Detiene el mundo por cada persona aunque sea por unos segundos o minutos y no necesariamente es un médico. 

Podemos ser nuestros propios curadores, es decir, cuidadores, para vivir en estado de salud permanente, salud del alma y del cuerpo; de dentro y de fuera, para ayudar a otros a hacer lo mismo...

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